En la península Ibérica son cinco las especies que nos podemos encontrar de esta familia que por su colorido plumaje y carácter generalmente confiado nos pueden regalar muy buenos momentos.
Carbonero Común (Parus major)
Herrerillo común (Parus caeruleus)
Habita principalmente en zonas boscosas aunque no es raro en parques y jardines.
Carbonero garrapinos (Parus ater)
El más pequeñín de la familia.Su aspecto "cabezón" es la primera impresión nada más verlo.
De colores mucho más apagados que los anteriores, suele moverse en pequeños grupos por bosques a media altura,aunque en invierno también lo veremos en zonas bajas.
Herrerillo capuchino (Parus cristatus)
Inconfundible por su cresta,habita en bosques preferiblemente de coníferas, siendo el más montaraz de la familia rara vez lo veremos en bosques de planifólios.
Le gusta alimentarse en el suelo de bayas caídas de los arbustos.Anida en huecos de los arboles ,por lo que si instalamos nuestras cajas en un pinar ,será seguro un potencial inquilino.
Carbonero palustre (Parus palustris)
Es el menos común de los paridos en nuestro país.Su distribución se reduce a una franja en el tercio norte peninsular.Habita en bosques húmedos de caducifólios y riberas donde anida en agujeros de los arboles.
Muy parecido al carbonero sibilino que no se encuentra en Ibería,solo podría ser confundido con el macho de la curruca capirotada,aunque el aspecto más estilizado de esta,la falta de babero y "la boina" por encima del ojo de la curruca facilitan la identificación.
A este grupo de páridos habría que sumar algunas subespecies que se encuentran en Canarias y la rarísima,aunque posible,irrupción invernal de otras especies de paridos que habitan en el norte de Europa como el Carbonero sibilino, el Carbonero Lapón o el herrerillo Ciáneo....pero estos ya serían divagantes de una rareza excepcional.